La proliferación de las armas y las masacres en EEUU

El resultado de una sociedad decadente donde el capital vale más que la vida

     En lo que va del año 2022 en Estados Unidos han ocurrido sobre trescientos tiroteos masivos (Tabla 1), liderando en la lista de mayor cantidad de tiroteos masivos en el mundo. Aunque Estados Unidos tiene el 5% de la población mundial, tiene el 31% de todos los tiroteos masivos públicos (Investigación Universidad de Alabama, Adam Lankford). Veintisiete de estos 348 casos han tenido lugar en distintas escuelas del país, cobrando la vida de varios estudiantes y trabajadores escolares. Es imperioso cuestionar la naturaleza de estos acontecimientos que se han vuelto tan característicos de los EEUU. ¿A qué se deben? ¿Por qué estamos siendo insensibilizados ante las recurrencias de masacres en instituciones educativas, iglesias, festivales, centros comerciales, parques, comunidades, y otros lugares públicos?

Tabla 1. Estadísticas 2022 sobre violencia armada en EEUU*
Totales enero – julioCausa
24,048Muertes por armas de fuego
20,881Heridos por armas de fuego
348Incidentes de masacres /‘tiroteos’
594Niños (0-11 años) baleados**            
2,669Adolescentes (12-17 años) baleados**
469Incidentes de uso de armas de fuego en defensa propia
625Incidentes accidentales con armas de fuego
13,068Suicidios con armas de fuego (CDC)
*Datos tomados de The Gun Violence Archive (gunviolencearchive.org)
**Incluye muertes y heridos

            Es necesario ir a las bases de una sociedad para entender sus manifestaciones. El origen de la nación norteamericana está cimentado en su extenso historial de esclavitud y genocidio, justificado por la religión, la supremacía racial (eurocentrista) y el fascismo, con tal de imponer un poder mundial a través de una ideología económica y política. Seres humanos invadiendo y apropiándose de los recursos naturales, la materia prima y así también oprimiendo, subyugando a su poder a grupos nativos de cualquier parte del mundo, con el propósito de explotar de forma egoísta y desmedida los productos de la tierra y a su clase trabajadora. Esa es la naturaleza de cualquier imperio: violenta, así sean imperios del pasado o del presente. En nuestra actualidad EEUU ha demostrado ser un imperio rampante, teniendo sobre 173,000 soldados desplegados en aproximadamente 800 bases militares en más de 90 países del mundo, según datos recopilados, donde estas instalaciones ejercen un papel desestabilizador contra los gobiernos no afines a sus intereses hegemónicos. Ahora bien, no porque estas prácticas imperialistas hayan existido en la historia, implica que son manifestaciones naturales del ser humano, ni mucho menos que su existencia deba ser justificada.

            Bajo el pretexto de proteger derechos constitucionales (segunda enmienda, el derecho de portar y poseer armas), esta sociedad sacrifica el bienestar y la vida de sus ciudadanos. No es que estemos en contra de la posesión de armas, sino de la ideología detrás de esto. Lo que hay detrás de la segunda enmienda, promulgada en una constitución creada por quienes ostentan el poder en una sociedad racista, esclavista e históricamente anglosajona e imperialista, es una mentalidad “patriotista”, chauvinista, que en el nombre de la protección de la nación, ha facilitado el uso y el acceso de comprar ciertas armas utilizadas para controlar y cooptar derechos, sobre todo en poblaciones marginadas y minorías en general. En el nombre del patriotismo “America First”, han surgido organizaciones paramilitares (milicias), y otras con políticas e ideologías nacionalistas tales como “Tea Party”, “Proud Boys”, entre tantas, que con tal de proteger sus creencias conservadoras y religiosas, han podido cabildear y defender el derecho de adquirir y portar armas. Es tal el extremo, que EEUU es el país con mayor porcentaje de posesión de armas, de todo tipo, en el mundo; liderando en la lista de países con más civiles propietarios de armas de fuego (Tabla 2). Estas organizaciones son auspiciadas por la NRA (Asociación Nacional del Rifle, por sus siglas en inglés), la cual es considerada como la organización de presión más poderosa del mundo y cuyo objetivo es defender el derecho a poseer y portar armas.

TABLA 2 – Fuente: Small Arms Survey 2017

La exaltación del imperio, por ser una nación ultra militarizada, exacerba la producción de la industria armamentista y su inigualable recibimiento de fondos, tanto públicos como privados. Según los datos del Departamento de Defensa de EEUU, entre los años 2000 y 2019, su industria militar recibe un promedio anual de 826 billones de dólares públicos (Negin, 2020). En 2021 el presupuesto militar fue de aproximadamente 773 billones de dólares, mientras que el presupuesto para el Departamento de Educación fue aproximadamente 439 billones de dólares (“Federal Spending: Where Does the Money Go”). Adicional a esta asignación de fondos, existen fondos discrecionales, haciendo un total de 1.6 trillones de dólares en 2021, de los cuales 46% (alrededor de 752 billones) fueron asignados a la industria militar. En comparación, solo 9.8% (alrededor de 158 billones) de los fondos discrecionales fueron asignados a Educación (ibíd.). Esta disparidad económica es producto de la ideología sistémica, reflejo de sus prioridades, sus mecanismos y estrategias: por encima de la salud, de la vivienda, del sustento alimenticio y de la educación, va la guerra y sus tentáculos. ¡Pero ojo! No es en la discusión de la designación de fondos en que reside la violencia ni el deterioro de esta sociedad, sino en su naturaleza imperialista capitalista. El modus operandi de un imperio es violento y voraz y se refleja en las condiciones materiales de existencia de las personas que lo sostienen (burguesía), porque es a costa de la explotación, sudor, dolor y esfuerzo de la clase trabajadora que el imperio prospera, en cambio el trabajador no goza de la prosperidad de la clase que lo oprime y explota.

En la actualidad debido al régimen económico capitalista, EEUU cuenta con un sistema de salud privatizado, un sistema de transportación privatizado, la energía eléctrica y el agua, privatizadas; red de productos alimenticios inaccesibles para los más pobres, costos de viviendas inaccesibles. Míseros servicios de salud física y mental, y elevados costos de vida para las trabajadoras y trabajadores, sus hijas e hijos; donde muchos se ven obligados a tener hasta tres trabajos. La priorización de la privatización conduce al abandono y deterioro exponencial de los servicios públicos del país, provocando intencionalmente que el ciudadano opte en recurrir a los servicios privados para encontrar alguna calidad de vida. Esto provoca que posiblemente, las necesidades físicas y mentales de la clase trabajadora queden desatendidas, vulnerabilizadas e incrementadas.

            Entonces, nos preguntamos, ¿por qué es más seguro y económicamente estable en los Estados Unidos de América ser un policía o miembro de las fuerzas armadas, que ser un/a trabajador/a o estudiante? No es casualidad, sino resultado estratégico que bonifica al porciento de reclutamiento militar.

            La economía de los EEUU, y de cualquier imperio, depende de las guerras. Y las guerras las encaran las personas que venden sus cuerpos (esclavos asalariados) y sus vidas a cambio de una promesa de estabilidad económica y un atractivo cuento patriótico divulgado por propaganda imperialista. Las personas están siendo adoctrinadas a la militarización desde que nacen a partir de su institucionalización en el sistema educativo. El sistema educativo, en el sistema capitalista, no es más que un aparato industrializado para impartir una ideología sistemática. No es de asombrarse la cruda violencia que estamos atestiguando. Esta violencia está impregnada en el inconsciente colectivo de la sociedad, nace con ellos y se reproduce en ellos. Ha perdurado generacionalmente en el oprimido como también vive con mucha fogosidad en el opresor. Está en los videojuegos, en la música, en los programas televisivos y películas de Hollywood. Está en los hogares, en las escuelas y en las calles del país imperial.

            Analicemos y cuestionemos también la manera en la que el sistema, no sólo capitaliza la violencia, sino que la perpetúa, tal cual un ciclo interminable. Posiblemente escucharás argumentos sobre el compromiso gubernamental con respecto a escuchar los reclamos del pueblo y salvaguardar la vida de sus ciudadanos; pero no hay que investigar demasiado para saber que estas atrocidades (tiroteos masivos) existirán dentro de los parámetros en los que se les permite existir, y que son promulgados por una cultura de capitalización, quiérase decir: crear un negocio de esto. El primer negocio redondo que se mantiene a flote es el de la industria armamentista: la producción y venta de armas tiene una exitosa demanda, no solo en los EEUU, sino en el mundo entero. Desde la masacre de Sandi Hook en Connecticut, el NRA  pagó más de cien millones de dólares en cabildeo para incrementar la posibilidad de elección de republicanos que apoyasen sus agendas extremistas sobre la compra, venta y portación de armas, incluyendo entre estos a Donald Trump; ya que regulando legislativamente la compra y venta de un producto con demanda, amenaza fuertemente los intereses de un sector lucrativo, no solo los dueños y vendedores, sino también los representante legislativos que ponen a su merced. Llevar al Senado la petición de la regulación o el control de armas para la disminución de estos acontecimientos solo es un parche al problema. Es intentar reformar la realidad sin realmente atacar el problema desde su origen. Es creer en que estos acontecimientos se reducen a una cuestión legalista y que nuestra existencia es meramente jurídica-política, pero sobre todo, es ignorar que hay una superestructura de un sistema económico al que estamos sometidos e influenciados.

            El segundo negocio que se alimenta de estos trágicos tiroteos masivos en las escuelas y otros lugares públicos, son los emergentes programas de entrenamiento contra, precisamente, estos mismos sucesos. La escuela elemental Uvalde, en Tejas, en la que sucedió la masacre el pasado 24 de mayo de 2022, se encontraba bajo un programa de inteligencia artificial para identificar posibles tiradores activos, ofrecido por el Centro de Servicio Social Sentinel. Este programa pertenece a la compañía Navigate 360, una compañía privada que provee servicios de seguridad en las escuelas, ofreciendo estos entrenamientos privados que ni tan siquiera contienen prueba científica de ser efectivos ni de asegurar vidas. Es importante mantener en mente que cuando se habla de servicio privado, este tiene siempre un financiamiento con objetivos lucrativos, y detrás un ente inversionista que tiene como fin recuperar su inversión inicial y generar un capital excedente. La compañía dueña de Navigate 360, tiene por nombre The Riverside y fue fundada por los inversionistas Bela Szigeththi y Stewart Kohl.

            ¿Cómo existe la posibilidad de hacer un negocio lucrativo de una situación tan catastrófica que se lleva consigo centenares de vida, y que es un problema modular de una sociedad? Esto solo tiene lugar y cabida en un sistema capitalista.

            ¿Acaso no son estos acontecimientos los frutos de un gobierno imperialista? No olvidemos que la nación americana se fundó bajo la invasión, conquista y ocupación de tierras de los nativos americanos, incluyendo México. ¿Acaso no son manifestaciones violentas producto de un régimen violento que se forja en la desigualdad, la esclavitud e imponiendo su fuerza militar? Desde su fundación en 1776, hace 246 años, EEUU lleva 227 en constantes guerras. En forma estadística, el 94 % de su historia lo han vivido en un estado de guerra constante. Tan solo 17 años han vivido en paz y fue en los primeros años de su fundación.

            ¿Acaso no son estas manifestaciones producto de un régimen violento? Estas son las contradicciones inevitables que genera un sistema pensado para los privilegios de unos pocos. La sociedad capitalista no tiene otro destino que no sea su propia destrucción. El deterioro y la decadencia social, física, mental de la sociedad de EEUU y de todos los imperios, tiene sentencia. ¡Ningún imperio dura para siempre! Estas masacres tanto en escuelas, en cines, en supermercados, iglesias y otros lugares son una clara manifestación del sistema que rige en EEUU: nación imperialista invasora. Un sistema que su superestructura, (todo aquello que no palpamos, pero comprende nuestras relaciones/ideas/instituciones como producto de la base económica), está cimentado en el racismo, la xenofobia, la exclusión, el odio, el discrimen y el individualismo; y que existen, sobre todo, para justificar la explotación de un ser sobre el otro. Quien comete el crimen es tanto propulsor del modus operandi del sistema, como también el resultado directo de este sistema depravado.

            En Puerto Rico, como colonia del imperio y como en el resto del mundo, hemos vivido en carne propia las condiciones de precariedad, tanto físicas como sicológicas a las que estamos sometidos. Incluso presenciamos masacres a diario, aunque no es el mismo tipo de manifestación, ya que son consecuencia del narcotráfico y la criminalidad, productos de la pobreza y la desigualdad que se vive bajo el sistema capitalista colonial. No se puede esperar cohesión ni armonía social de un sistema naturalmente violento y desigual.

            Como organización comunista por el cambio social defendemos y luchamos por un sistema igualitario y equitativo, libre de explotación, libre de la violencia, con servicios públicos accesibles y de calidad, sin distinción de personas; libre del chauvinismo masculino y la súper explotación de la mujer, libre del racismo y el colonialismo. Unimos nuestras voces al coro de países que también luchan contra la explotación y el imperialismo, y a favor de la lucha por una revolución comunista.

            ¡La lucha obrera no tiene fronteras! ¡La clase obrera no tiene fronteras! ¡Que viva el internacionalismo proletario! ¡Que viva el comunismo!

Tabla 3. Estados con mayor venta de armas de fuego en EEUU 2021*
 enero – octubre enero – octubre
Estado/TerritorioTotalesEstado/TerritorioTotales
Alabama779,922Montana133,128
Alaska76,225Nebraska75,148
Arizona476,845Nevada159,771
Arkansas235,715New Hampshire127,895
California1,238,099New Jersey195,386
Colorado525,295New Mexico162,595
Conneticut236,613New York389,307
Delaware57,573North Carolina657,667
District of Columbia10,372North Dakota67,723
Florida1,431,049Ohio706,321
Georgia681,330Oklahoma336,257
Guam3,752Oregon378,704
Hawaii14,677Pennsylvania1,178,589
Idaho226,232Puerto Rico60,469
Illinois7,733,188Rhode Island32,438
Indiana1,580,420South Carolina406,492
Iowa227,300South Dakota89,130
Kansas188,005Tennessee793,338
Kentucky3,100,798Texas1,643,592
Louisiana326,066Utah1,004,197
Maine106,690Vermont43,283
Mariana Islands285Virgin Islands1,784
Maryland225,899Virginia537,675
Massachusetts222,220Washington611,387
Michigan819,879West Virginia180,696
Minnesota803,169Wisconsin652,974
Mississippi257,229Wyoming68,941
Missouri520,910  
*Tabla adaptada de McIntyre, Douglas A. “This Is The State That Sells The Most Guns.” 24/7  Wall St. 4 nov. 2021, https://247wallst.com/consumer-products/2021/11/04/illinois-is-the-state-where-the-most-guns-are-sold/.

Referencias

Avilés, Luis A., et al. “Licencia para Matar.” Kilometro 0. 2022. www.kilometro0.org/informes.

McIntyre, Douglas A. “This Is The State That Sells The Most Guns.” 24/7  Wall St. 4 Nov. 2021, https://247wallst.com/consumer-products/2021/11/04/illinois-is-the-state-where-the-most-guns-are-sold/.

National Project. “Federal Spending: Where Does the Money Go.” National Priorities Project. https://www.nationalpriorities.org/budget-basics/federal-budget-101/spending/

Negin, Elliott. “It’s Time to Reign in Inflated Military Budgets.” Scientific American. 14 Sep. 2020, https://www.scientificamerican.com/article/its-time-to-rein-in-inflated-military-budgets/