Guerra en Ucrania y la rivalidad Inter imperialista

Todas las guerras son guerras de clases y la potencial guerra mundial, entre Rusia y Ucrania es una guerra entre capitalistas. El sistema capitalista utiliza el nacionalismo como instrumento para dividir a la clase trabajadora. Esto quedó muy claro con la traición de la Segunda Internacional y los socialdemócratas (SOCIAL-CHOVINISTAS) donde Lenin los desenmascaró magistralmente como los oportunistas que fueron y son.  En el caso de esta guerra, Ucrania utiliza  el nacionalismo chovinista fascista (banderismo, término que se refiere a Stepan Banderas, líder de los nazis en Ucrania)  para repudiar la invasión rusa,  y los rusos utilizan el nacionalismo para justificar su “intervención militar” a nombre de defender a los ciudadanos rusos en Ucrania bajo pretextos humanitarios antifascistas, (han muerto 14,000 rusos en lo que se llama “nazificacion”  en Donbass (Donetsk y Lugansk).  Pero la verdadera amenaza hacia Rusia no es Ucrania sino los 30 países miembros de la OTAN, de la cual Ucrania quiere ser parte. Rusia ha intervenido militarmente en territorio ucraniano para proteger no solo a la población civil aterrorizada durante estos 8 años de dominio neonazi en territorios de mayoría rusa, sino por la amenaza que supone para la Federación Rusa que Ucrania se integre  a la Unión Europea y  la OTAN  para estar bajo su protectorado.

Esta guerra va más allá  del reconocimiento de Donetsk y Lugansk como “repúblicas” y los acuerdos de Minsk. Rusia propuso a Washington que le garantizara que Ucrania no se sumaría a la OTAN. Joe Biden se negó y Putin alertó que un misil estadounidense podía llegar a Moscú en 5 a 7 minutos  desde Kiev. Consecuencia; Rusia está dispuesta a garantizarse su seguridad por la fuerza.  Los acuerdos de Minsk establecían un status especial para las Repúblicas de Donetsk y Lugansk dentro de  Ucrania.  Kiev se negó a implementar los acuerdos y pidió unirse a la OTAN. Washington alentó esta conducta y armó a las Fuerzas Armadas de Ucrania. La amenaza de la expansión de la OTAN cerca de Rusia es la real causa de la actual crisis internacional. Si la OTAN se estableciera en Ucrania sus misiles tendrían la capacidad de atacar ciudades como Moscú o San Petersburgo. La doble moral e hipocresía de los EEUU: ¿cómo reaccionaría EEUU si Rusia instalara bases militares en México o Canadá? Ni hablar de los numerosos laboratorios militares con armas biológicas en Ucrania cuyo contenido Washington quisiera ocultar a Moscú. La subsecretaria de Estado de EEUU Victoria Nuland, reconoció este 8 de febrero, 2022  que en Ucrania hay laboratorios biológicos. Se estima que existen mas de 20 de estos laboratorios. Esto viola los acuerdos tomados en la Convención sobre la Prohibición del Desarrollo, la Producción y el Almacenamiento de Armas Bacteriológicas (Biológicas) y Toxínicas y sobre su Destrucción.

El fascismo ha florecido en Ucrania antes y durante Zelensky (Batallón Azov, Pravy Sektor, Organización Nacionalista Ucraniana (ONU), Ejército Insurgente Ucraniano, Svoboda, Sector Derecho Cuerpo Nacional)  gracias a la complicidad del imperialismo EEUU-CIA. El gobierno de Zelensky ha protegido y otorgó la medalla de héroe a numerosos líderes fascistas (Dimytro Kotsyubail líder del partido nazi, Andrey Biletsky entre otros).  Un tema muy polémico ha sido el culto creciente en Ucrania al fascista austro-húngaro Stepan Banderas exaltado en el 2010 a héroe nacional por el entonces presidente Viktor Yushchenko. Bandera fue un colaborador criminal de Adolfo Hitler, responsable de cientos de miles de muertes de comunistas y judíos, quien la CIA yanqui protegió hasta su muerte en Alemania en el 1959. (fuente otolov.org). No es una casualidad que la Asamblea General de la ONU haya aprobado una resolución contra la glorificación del nazismo y racismo con el voto en contra del gobierno de Estados Unidos, Ucrania, y la abstención de la Unión Europea y el Commonwealth británica. (fuente por De Frente Internacional).

En la foto el presidente Zelensky condecora a Dimytro Kotsyubail como héroe de Ucrania con la Orden de la Estrella Dorada, el pasado mes de diciembre de 2021. Dimytro es el líder del partido nazi, Parvy Sektor, una organización paramilitar fascista, autores de la matanza de Odessa, en la que asesinaron a 48 jóvenes sindicalistas y comunistas. El gobierno de ucrania ha protegido estos grupos fascistas especialmente sus líderes Arsen Arvakov actual ministro del interior.
El primero de enero 2009 en honor al centenario del fascista Stepan Banderas, la empresa estatal ucraniana Ukposhta emitió un sobre conmemorativo y un sello postal con su imagen.

Edificio gubernamental ucraniano arropado con la imagen del fascista Stepan Banderas.

En la foto en el medio, Andrey Biletsky, ex comandante del grupo fascista ultraderechista Batallón Azov, acompañado de altos mandatarios gubernamentales ucranianos.

Putin está consciente del repudio y el odio hacia el fascismo que  los rusos sienten por el precio que pagó la clase trabajadora soviética en la Segunda Guerra Mundial.  Se estima entre 25 y 28 millones de soviéticos murieron a manos de los nazis (fascistas).  De igual manera vale la pena mencionar que de cada 10 alemanes fascistas, 8 murieron a manos de los soviéticos y esto aterroriza a los capitalistas imperialistas fascistas Unión Europea (UE) y Estados Unidos. Temen el resurgimiento de un movimiento anti fascista y comunista.  No podemos olvidar que el segundo partido más poderoso en Rusia es el partido comunista de la federación rusa. En el 2012, el Partido Comunista de Ucrania era el 4to partido del país con el 13% de los votos. El golpe de estado ocurrido en el 2014 sirvió para su ilegalización, la persecución y asesinato de sus militantes y líderes (comunistas) y la prohibición de la literatura comunista. Se han prohibido los símbolos comunistas con penas de 5 años a 10, quienes hagan uso de banderas, himno soviético, así como monumentos que conmemoraban históricos dirigentes comunistas.

Pero el problema es más complejo que eso. La guerra actual no es otra cosa que una lucha estratégica de geopolítica de la rivalidad Inter-imperialista para proteger los intereses de las clases dominantes de Rusia  (oligarquía), como las de Ucrania (neo-fascista) y los intereses de la Unión Europea y el imperialismo norteamericano yanqui. La única potencia militar nuclear en el mundo capaz de retar al imperialismo norteamericano es Rusia, que es la segunda potencia militar y exportador de armas en el mundo.  Los títeres de la OTAN han sido y son el instrumento que se ha utilizado al servicio del imperialismo, para intimidar y coartar a los países del viejo bloque soviético. El objetivo del imperialismo en Ucrania es desmembrar la federación rusa, para establecer una hegemonía política, económica, militar  en la región bajo su dominio.

Tenemos que tener claro, que, ni Putin ni Zelensky, ni la OTAN, la UE, o el imperialismo yanqui le importa un bledo la clase trabajadora, fuera de extraer capital de su trabajo y explotar los inmensos recursos naturales en la región y que la clase trabajadora le sirva de carne de cañón y luche sus guerras.  

Si Rusia goza de ser la segunda potencia militar en el mundo, es gracias a la Revolución Bolchevique y el sacrificio de la URSS y la clase trabajadora internacional. Gracias al Partido Comunista Bolchevique de  la Unión Soviética, los partidos comunistas de La Tercera Internacional Comunista, el frente popular antifascista, y sobre todo, la clase trabajadora internacional, se pudo derrotar  al imperialismo fascista alemán financiado por los países imperialistas en la Segunda Guerra Mundial.

Hoy el mundo está dividido en bloques económicos capitalistas imperialistas luchando entre sí por los recursos naturales a costa de la explotación de la clase trabajadora internacional.    La OTAN, encabezada por EEUU y la UE, y el bloque asiático encabezado por China. Por otro lado está la Federación Rsia, encabezada por Rusia y países que pertenecieron a la URSS. La OTAN es  una organización político militar terrorista  internacional y anticomunista, que se formó después de la Segunda Guerra Mundial,  con el propósito de frenar el avance de la URSS y el comunismo (guerra fría). 

Uno de los elementos cruciales para entender las relaciones internacionales del siglo XX y el siglo XXI es el Tratado de Amistad, Cooperación y Asistencia Mutua. Conocido popularmente como Pacto de Varsovia, fue una alianza militar formada por los países de Europa del Este para contrarrestar la amenaza de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y como respuesta al rearme de la República Federal Alemana (RFA) y su ingreso en esta organización militar. ¿Qué países formaban parte del Pacto de Varsovia? El final de la Segunda Guerra Mundial dio paso a la Guerra Fría, un enfrentamiento entre las dos grandes superpotencias nucleares  surgidas tras el conflicto: Estados Unidos y la URRS. Se desplegaba en Europa un «telón de acero», en palabras del dirigente británico Winston Churchill y su máxima expresión fue la creación de dos organizaciones antagónicas: la OTAN y el Pacto de Varsovia. El Tratado de Washington, por el que se conformaba la OTAN, fue firmado en 1949. Seis años después, en 1955, y a iniciativa de la Unión Soviética y su líder, (el revisionista traidor) Nikita Jrushchov, se creaba esta alianza militar que aglutinaba a Albania, Bulgaria, Checoslovaquia, Alemania Oriental (RDA), Hungría, Polonia y Rumanía, además de la URSS.. (FUENTE ASTV as.com)

Desde la caída de la URSS lo que ha hecho la OTAN es desmantelar  al viejo bloque soviético, país por país, procurando que esos países se integren a esta organización para prevenir el potencial crecimiento de la Federación Rusa y alimentando la ruso fobia y el anticomunismo. Parte de la estrategia del imperialismo yanqui es asegurarse que no surja ninguna otra nación con la capacidad  económica militar que rete a la supremacía imperial de EEUU. Para proteger y defender su supremacía ha colocado bases militares en territorios y estados que antes pertenecían al bloque  de la URSS (Pacto de Varsovia) como Albania, Bulgaria, Hungría, Rumania, Polonia, Georgia, República Checa, Eslovaquia (ambos correspondían a la antigua Checoslovaquia) República Democrática Alemana (dentro Alemania) Estonia, Letonia y Lituania y ahora Ucrania, para acorralar y garantizar que Rusia no se desarrolle económica o militarmente, así evitando el surgimiento de una superpotencia rival que amenace sus intereses  como bloque. Ninguna otra nación cuenta con la capacidad militar (nuclear)  excepto Rusia, pero no tiene el poder económico para retar al imperialismo de los EEUU o la OTAN.  En Eurasia,  se concentra la mayor parte de los recursos naturales y de la actividad económica del planeta. Eurasia es el «gran tablero» dijo el estratega anticomunista Polaco Zbigniev Brezezinski  (primer director de la Comisión Trilateral)  Consejero de Seguridad Nacional del presidente Carter, quien dijo que ”el que domine Eurasia en el siglo 21 domina el mundo”.  Brzezinski cristaliza dicho pensamiento al afirmar que la potencia que domine Eurasia podrá controlar dos de las tres regiones del mundo más avanzadas y económicamente más productivas que representan el 60% del PBI mundial y el 75% de los recursos energéticos. (fuente: El gran tablero mundial, escrito por el polaco anticomunista Zbigniev Brezezinski).

El objetivo de los países imperialistas es crear una hegemonía política, proteger los intereses de los países capitalistas y explotar libremente los recursos naturales de la región y a la clase trabajadora, con la protección de una alianza de sus 30 países miembros. La OTAN son los guardianes (ejército mercenario) de los intereses del capitalismo del mundo.

No queremos legitimar a Putin pero su preocupación como capitalista burgués  es legítima. El pez grande se come el pequeño.  No podemos olvidar que la OTAN  se fundó con una política antirusa y anticomunista, y aunque Putin no sea comunista a los imperialistas les preocupa que él fue formado como agente de la KGB por el gobierno comunista soviético. Una confrontación entre Rusia y Ucrania, siendo esta última miembro de la OTAN,  sería el equivalente a una confrontación con todos los países miembros de esta organización. Por eso Putin emprende esta ofensiva militar contra Ucrania para impedir la dominación política, económica y militar de occidente en la región fronteriza con su país, que amenazaría a los intereses de la federación rusa. El cerco se cierra más cada día contra Rusia. Otra preocupación de los imperialistas es el crecimiento del partido comunista. Siendo el Partido Comunista de la Federación Rusa el segundo partido más grande, es lógico pensar que detrás de esto está el terror de los países capitalistas a la posibilidad de que vuelva a resurgir el comunismo de antaño en la región.

No hay duda que la intención de Putin es resucitar, proteger y preservar los intereses de la clase dominante de Rusia (oligarquía rusa) y edificar el imperio que históricamente fue durante la era zarista pero sin la monarquía. La clase trabajadora de ambos países e internacional deberían preguntarse si Putin está luchando por la dictadura del proletariado y el comunismo. Tanto el neofascista Zelensky como Putin aspiran a seguir explotando a la clase trabajadora ucraniana y rusa, y las armas que hoy usan uno contra el otro serán utilizadas en algún momento contra la clase trabajadora, y en realidad las verdaderas víctimas en esta guerra son los trabajadores. Somos los que estamos pagando el precio por esta guerra imperialista a nivel internacional, además de con sus vidas, con la inflación. Éste  fue el caso de la Comuna de Paris en la guerra franco prusiana al reprimir el primer intento de la clase trabajadora de abolir el sistema capitalista. La comuna fue reprimida por la burguesía francesa y la burguesía alemana con extrema dureza.  Es decir, que las diferencias entre capitalistas son secundarias ante la amenaza de un movimiento revolucionario comunista de la clase trabajadora. 

Putin rindiendo homenaje en la tumba del fascista, intelectual teórico anti comunista, Alexander Solzhenitsyn.

Si esta guerra fuese  una insurrección de la clase trabajadora en Ucraniana o en Rusia para edificar el comunismo, sin duda que, tanto Putin como Zelensky , la OTAN, EEUU, UE o China estarían unidos contra la clase trabajadora y estarían defendiendo los intereses de sus clases como lo están haciendo en este momento. Esta guerra es una entre capitalistas y el fascismo no es otra cosa que el capitalismo en crisis.

Nuestra lucha es la lucha de clase y debemos virar las armas contra nuestro enemigo de clase ya sea la burguesía nacional, el fascismo  o el imperialismo.

No podemos caer en la trampa de favorecer un explotador por otro. Como comunistas marxistas-leninistas es nuestro deber convertir la guerra patronal en guerra anticapitalista por el comunismo.

¡Solo el internacionalismo de la clase trabajadora y el comunismo pondrá fin a las guerras imperialistas! La única guerra justificable es la guerra de la clase trabajadora contra el machismo, racismo, colonialismo, fascismo y la explotación capitalista e imperialista y todas las desigualdades. ¡Solo el internacionalismo proletario y el comunismo librará a la humanidad de las guerras del sistema capitalista y el fascismo! Todas las demás son guerras entre capitalistas.

¡NO a la OTAN! ¡NO al racismo! ¡NO a la oligarquía rusa! ¡NO  los fascistas ucranianos-Zelensky! ¡CONSTRUYAMOS UN MOVIMIENTO COMUNISTA INTERNACIONAL!

¡La clase obrera no tiene fronteras! ¡Trabajadores del mundo unidos! ¡Qué viva el Comunismos! Muerte al Fascismo, muerte a la OTAN, muerte al capitalismo y al imperialismo! ¡Todo el poder a la clase trabajadora!

NOTICIA DE ULTIMA HORA: 20 de marzo de 2022https://www.axios.com/ukraine-ban-political-parties-russian-ties-af264ecd-9ad4-4e98-9f87-76f32300fd5f.html. El presidente Zelensky afirma su postura fascista ilegalizando once partidos políticos de izquierda en Ucrania. Ya el Partido Comunista desde el 2014 estaba ilegalizado.